Blanck Mass: Estudios electrónicos para pensamientos existenciales

blanckmass3

Benjamin John Power, la mitad del proyecto Fuck Buttons, se adentra en cuestiones sobre la muerte y el cuerpo humano a través de electrónica dura.}

Por Marcos Hassan

Solemos pensar en los seres vivos, con su el dolor y sentimientos, y las máquinas como entes opuestos. Sobre todo hablando de música, si usas sintetizadores y samplers, la expresión artística que obtendrás, dice la “sabiduría popular” será fría, carente de emotividad.

Uno de los grandes detractores de este pensamiento es Benjamin John Power. Es conocido alrededor del mundo como la mitad de Fuck Buttons, un dúo que desafía todo expectativa de lo que es posible lograr con la música electrónica hoy en día; dicho esto, su trabajo como Blanck Mass logra capturar una dualidad bastante idiosincrática: a través de su uso de instrumentación explora ideas objetivas de lo que es la existencia humana y la mortalidad.

Su trabajo con Fuck Buttons mezcla matices ambientales con momentos ásperos que se desenvuelven en beats que se contraen y desaparecen. Junto con Andy Hung, Power ha tenido experiencias que pocos proyectos experimentales han logrado; más allá de tocar en festivales internacionales y ser cubiertos por medios alternativos grandes, su música fue escuchada por alrededor de un billón de personas alrededor del mundo cuando “Surf Solar” y un remix de “Olympians” se escucharon en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 (Blanck Mass también se escuchó presente con “Sundowner” en el mismo evento). Es seguro aportar a que no son los experimentalistas típicos que podrías encontrar en cualquier lugar.

Sin embargo, Power tiene una ventana más profunda de expresión con su trabajo bajo el nombre de Blanck Mass. Dándonos un respiro diferente a lo que nos tenía acostumbrados con su proyecto principal, su disco homónimo era más ambient que experimentación. Pero no fue hasta el lanzamiento en el 2015 de su disco Dumb Flesh que logró establecerse como un acto consolidado, dejando el mote de “side project” a un lado. Musicalmente, Benjamin John comenzó a utilizar ritmos, sonidos más pesados emanados de sus ya mencionados sintetizadores modulares para darle voz a temas con más graviedad. El resultado es un disco con personalidad y extremismo sin caer en el ruido.

Dumb Flesh cuenta como tema principal la frustración inherente de los cuerpos humanos, las fallas que se presentan en el momento que una parte de nuestros contenedores decae de alguna manera, ya sea por daño o enfermedad. El álbum toma su inspiración de sucesos personales en la vida de Benjamin John; por culpa de una hernia estuvo en cama mucho tiempo sin poder caminar; aunque se ha vuelto a mover por sí mismo, ha declarado que desde entonces no se ha recobrado por completo o dejado de sufrir de dolores. Al mismo tiempo, vivió la muerte de gente cercana a él, lo cuál lo dejó reflexionando sobre lo banal de la vida. ¿Qué tan frágil y fútil es la existencia? Dumb Flesh lo plantea desde sus sonidos hasta su portada de forma pragmática, sin mucha especulación o sentimentalismo obvio. “No somos más que carne” parece decir a cada momento que un tono nuevo de sintetizador se adueña del tema.

Es muy probable que lo reflexionado en Dumb Flesh haya dado paso al siguiente trabajo de Blanck Mass del mismo 2015. The Great Confuso es un EP que cuenta con un track central de más de 18 minutos (aunque nada pretencioso o cansado) que además contiene la colaboración del ícono de la transgresión musical Genesis Breyer P. Orridge, fundador de Throbbing Gristle y Psychic TV. El track lidia con la idea de la muerte como parte de la vida, de una crueldad de la que no nos libraremos hasta que nosotros mismos perezcamos, como un trámite terrenal. Al igual que Dumb Flesh se preocupa de los cuerpos como masas de grasa y hueso, la muerte en The Great Confuso no es un viaje a lo desconocido sino un final irreversible. Musicalmente, el EP también cuenta con remixes de Dalhous, Konx-Om-Pax y el propio P. Orridge.

Al lidiar con grandes preguntas y estudios personales sobre la condición y existencia humana, Power trata de quitar artificios, despojarse de curiosidad y reportar los hechos. Dicho esto, estas reflexiones provienen de un lugar muy personal y son disparados gracias a sucesos personales. El motor de la música de Blanck Mass es sentimiento puro; Power tratar de encontrar respuestas como maneras de lograr procesar el por qué estamos aquí, por qué nuestras mentes vuelan cuando muchas veces nuestros cuerpos ni siquiera se pueden levantar y por qué las personas desaparecen para nunca más volver a verlas. Es un lugar de dolor que todos estamos familiarizados y que nos perturban cada que nos acercamos mucho a ello.

Power afronta el gran desconocido haciendo música inspirada en estos cuestionamientos. Tal vez escuchar a Blanck Mass no te hará ponderar tu existencia, pero te adentrará en tu cabeza para responder instintivamente a sonidos que sentirás estar ya familiarizado pero no del todo. Es música humana sin un patrón preestablecido. Blanck Mass te invita a caer en todos esos sentimientos oscuros que no puedes expresar con palabras y sentirte, incluso, bien al respecto.